Gobierno de Perú evalúa contrato de Repsol en busca de sanciones

El Gobierno de Perú evalúa y analiza los aspectos legales del contrato de la empresa española Repsol en busca de imponer una sanción por el derrame de 6 mil barriles de petróleo ocurrido el sábado 15 de enero en la costa central del país y no se descarta la suspensión de sus operaciones.

La primera ministro, Mirtha Vásquez, admitió que los distintos partidos políticos -incluido  el oficialista Perú Libre de tendencia marxista- pidieron la rescisión del contrato y hasta la expropiación de la Refinería La Pampilla de Repsol por los daños que ocasionó el derrame de petróleo que se expande mientras pasa el tiempo.

«No se puede en realidad adelantar una opinión en este momento», señaló Vásquez sobre el tema.

«He escuchado varios términos, rescisión, nulidad e incluso que se expropie. Creo que eso pasa en hacer un análisis jurídico de qué tipo de contrato. Nosotros justamente estamos en este momento revisando», confirmó la jefa del gabinete de ministros.

La Refinería La Pampilla, que tiene el 54% de la capacidad de refinación de combustibles de Perú, fue comprada por Repsol en 1996 en medio de un proceso de privatización en el país.

El presidente de Repsol Perú, Jaime Fernández-Cuesta, confesó el domingo que la refinería no reaccionó a tiempo y que recién al día siguiente del derrame supieron la magnitud del desastre.

El derrame ocurrió a mediados de enero cuando el ducto de un buque que abastecía a la refinería se rompió y el crudo invadió el mar y playa de varios distritos, según la compañía por «olas violentas» tras la erupción de un volcán submarino a miles de kilómetros en Tonga en medio del Océano Pacífico.

La Marina de Guerra de Perú, que alertó «oleajes anómalos» pero descartó tsunami el día de la erupción, afirmó que Repsol debe demostrar que la causa del derrame fue por las fuertes olas en un evento que el gobierno del mandatario izquierdista Pedro Castillo calificó como un «desastre ecológico».

El Ministerio del Ambiente informó en un comunicado que el área afectada abarca hasta unos 9 millones de metros cuadrados.

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Delito ambiental

Vásquez manifestó que al margen de una sanción a Repsol y la exigencia de la reparación de las zonas afectadas, la fiscalía investiga el caso por presunto delito ambiental y el Estado evalúa también una indemnización para los afectados.

«No pueden aducir a que no tienen responsabilidad. La tienen y por tanto tienen que pensar en las consecuencias», subrayó.

«Todavía falta identificar qué tanto se sigue extendiendo este derrame», afirmó la primera ministro.

La compañía no precisó el volumen de petróleo derramado, pero el Gobierno dice que, según le confirmó Repsol, serían 6.000 barriles.

El presidente de Repsol Perú, Jaime Fernández-Cuesta, admitió el domingo que la refinería no reaccionó a tiempo y que recién al día siguiente del derrame supieron la magnitud del desastre.

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«Estamos asumiendo las consecuencias de este desastre, desde el primer día y sin escatimar un dólar», destacó el directivo de la empresa española.

Repsol informó el domingo en un comunicado que la limpieza «avanza favorablemente» con 1.800 trabajadores y 55 navíos y que «han logrado mover» 6.000 metros cúbicos de tierra afectada.

Cientos de personas, en su mayoría jóvenes, marcharon el domingo en protesta contra la compañía Repsol por el derrame y llegaron hasta las inmediaciones de la refinería, en el distrito Ventanilla, ubicado al norte de la ciudad de Lima.

En tanto, el viernes pasado el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi), solicitó a la empresa que le remita la póliza de seguros y reaseguros a nivel global que contrató para responder por su responsabilidad civil por el daño causado a Perú y a los consumidores por el derrame de petróleo en el mar.

A través de un comunicado de prensa, el presidente ejecutivo del Indecopi, Julián Palacín Gutiérrez, señaló que dicha póliza internacional debió activarse el domingo 16 de enero a nivel global, nombrar a un ajustador internacional y utilizar los fondos que fueran necesarios para contratar a las empresas especializadas que se encarguen de la limpieza ecológica.

«No haber activado, hasta la fecha, la póliza de seguros y reaseguros y los protocolos internacionales para mitigar el daño a través de las empresas especializadas, agravaría la responsabilidad que podría llegar a ser incluso penal contra gerentes, directorio y asesores de Repsol que conocen estos procedimientos internacionales y no los habrían implementado», puntualizó Palacín Gutiérrez.

 

Perú detectó un segundo derrame de petróleo en el océano Pacífico

Las autoridades peruanas detectaron un segundo derrame de petróleo en el océano Pacífico, que habría ocurrido la víspera, frente a una refinería que administra la compañía española Repsol.

«Ya se inició la supervisión ambiental para verificar la responsabilidad de los hechos, el impacto generado y la implementación del plan de contingencia por parte de la empresa”, según un comunicado emitido por el organismo de evaluación y supervisión ambiental (OEFA).

No se indicó la cantidad de petróleo derramado en esta ocasión sobre el Pacífico de Perú, uno de los mares más ricos y biodiversos del mundo según Naciones Unidas.

«El derrame se habría producido ayer, martes, cuando se realizaban trabajos previos al retiro de un equipo de colección y distribución submarina que permiten el paso de los hidrocarburos para la recepción o despacho», según el OEFA.

El organismo añadió que «dicho retiro es necesario para determinar la causa del primer derrame de alrededor 6.000 barriles de petróleo ocurrido el 15 de enero, horas después de una erupción de un volcán submarino cerca de Tonga».

La Marina de Guerra se manifestó en un comunicado que «durante un vuelo de inspección se logró apreciar una mancha oleosa en inmediaciones del terminal multiboyas número dos de la refinería La Pampilla, administrada por Repsol».

El terminal es una instalación ubicada mar adentro que permite recibir a barcos petroleros y trasladar insumos y combustibles mediante tuberías hacia la refinería que se encuentra en tierra.

La Marina indicó que, tras preguntar a Repsol, la empresa les dijo que la mancha oleosa «era petróleo que se había filtrado a pesar de haberse realizado los trabajos para retirar el crudo, previamente a la ejecución de la inspección y reparación en el equipo de colección y distribución submarina que permite el paso de los hidrocarburos para la recepción o despacho».

El primer derrame sobre la costa del Pacífico peruano frente a la refinería La Pampilla, administrada por la española Repsol, empujó a una crisis económica a unos 1.500 pescadores artesanales que extraen recursos de un mar con más de 700 especies de peces y 800 de moluscos y crustáceos.

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